viernes, 25 de febrero de 2011


Vale, ¿y qué? Tengo hambre, ¿no puedo? ¿Y a ti qué? Te digo que esto es hambre, que el dolor de la tripa de soledad y ausencia y estar solo no es soledad:

es hambre, que tengo hambre de ti, que estoy solo sin ti, que creo en ti, que lloro, que te busco y me busco en ti, por ti y sin ti, te tengo hambre caricia y hambre sed y hambre niña, y hambre vida y dolor y poesía, y el absurdo de estar, y no creer, y amar para no amar, cierra la puerta y ven, que tengo hambre, que tengo frío, amor, que tengo frío, cierra la puerta y ven, que estoy desnudo y vivo y tengo frío y hambre y es por ti, que sé hoy que estoy solo y es por ti, cierra la puerta y ven, yo ya me voy, no puedo sentir un hambre así, me siento como un niño reproche y niño amor y libre y libre en su reproche y en su amor, cierra la puerta y ven, cierra la puerta y quítate la ropa:

yo te tengo hambre y frío y estoy solo y soy niño y tengo corazón y tengo vida y soy tonto y absurdo y egoísta y te quiero, al menos hoy te quiero, cierra la puerta y quítame la ropa:

tengo frío, quítame pues la ropa para tener calor, y deja de escribir, y deja de soñar, y enlázame y aguanta, aguanta con tu genio y luego ven, yo ya me voy:

mañana ya me voy; cierra la puerta y dile adiós al frío, cierra la puerta y dile amor a Dios.

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