Porque no puedo ser sin vosotros,
porque mi felicidad y mi tristeza
es tan mía como vuestra
aunque torzáis el hocico ante la pena ajena.
Porque en todos hay un corazón
aunque a veces parezca que está en parada
y salga plano el electro.
Porque todos sentimos y queremos, mal que nos pese y a nuestra manera,
y somos seres humanos,
y transitamos las calles con la misma desidia, con la misma ilusión,
con la misma dejación en la espera de que otros decidan.
Porque quiero hasta la medula a personas que me quieren
y no quiero, me niego, a dejar de querer porque sean un universo inalcanzable;
personas a las que dedico mis horas y mis vigilias...
Porque al cabo quereros, creer en vosotros, me hace un poquito más libre,
puedo seguir viviendo.
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