Un dedal lleno de esperanzas
cayendo a un pozo .
La garganta ahogada.
Paredes pulidas
sin asideros.
Abrir el regadío de las arrugas
cuando nadie te mira
y se cae el alma
de entre los dedos
como un niño de espuma.
A un lado el futuro impensable,
al otro un pasado marchito
de frente la Nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario