viernes, 14 de mayo de 2010

PAZ HERNANDEZ






















Las horas envejecen

Te diría cuan vacía me siento, aunque no sea políticamente correcto, contarte, que la soledad se convierte en desolación, y que yo, ahora que llegan las margaritas, echo de menos saltar en los charcos.

Podría susurrarte al oído desde el otro lado de este océano que nos separa, y exhalar con solemnidad palabras como estas, amor, pero el silencio me lo impide, anida en los labios agrietados, en esta alma, erosionada de realidad.

Quiero volar, quiero sentir mi piel bajo la tuya, en un abrazo que consuele mis pupilas desmoronadas de invierno, pero la niña con botas que vive aquí dentro, se encoje en el sigilo de la noche constelada.

Las horas envejecen si no estás, y los surcos recorren la primavera, llena de corcheas y pianos que tocan acordes con sabor a ti…




Donde habita el silencio

Donde habita el silencio

me esconderé

en los bosques sibilinos,

en las callejuelas oscuras de Madrid

Donde mi silencio se llene

de paz y cordura

y mi cuerpo descanse en un abrazo tranquilo

Donde encuentre consuelo

la soledad de este día

y no me sienta tan sola

con tanta gente a mi alrededor

Donde habite el

Donde habita la magia,

se esconderá tu horizonte

de primaveras verdes

y azules abrazos



Something stupid

Me empaño de un halo de irrealidad, suenan acordes y silencios llenos, ayer, el recuerdo de un Madrid, que aún hoy recorro, hoy, el inmenso dolor de una España oscura, mañana... sueño con moldear el mañana

No importa, danzo, las buganvillas se enredan en la verja, anaranjadas, o de un rosa atrevido, las calles adoquinadas, de vuelta, sostienen mis pasos cansados, y los sones y gorjeos que escucho me llevan, me elevan...

Yo camino ingrávida, irreal, pienso en esta primavera que aún se despereza, miro los tallos translucidos, retoños, crecen, mientras yo los observo, crece también mi alma, al sonreír a la inocencia.


Lejana

El mar está tan lejos

y yo tan blanca, tan ausente ,tan cansada

quisiera contarte mar
decirte mar
sumergirme en ti
mi mar
dejar que me enajenes
que me enloquezcas
que me cubras
que me tengas

y el olor a mar envuelve las blancas sabanas impregnadas de blanca piel
el sabor a mar llena mis pupilas y vacía mis sueños
el color del mar...
suspiro y el color del mar es el color del mismo aire que exhalo desanimada
el sonido, el silencio de las olas enfurecidas rompiendo
con su blanca espuma
blanca que me cubre como las blancas sabanas
que ocultan la blanca piel

el mar esta tan lejos
tan lejos
y yo tan lejana...

quisiera tocarte mar
besarte mar
tenerte en mi mar
de dudas
de días
de segundos
que me envejecen
que me endurecen la mirada
que me cubren de polución
y me escarchan el alma

quisiera amarte mar
hablarte mar
en susurros de olas que besan la blanca orilla




















































































































































































































3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por traerme hasta tus lineas.

Un abrazo

Pamela Janet Rodriguez Piminchumo dijo...

Hola Ricardo gracias por dejarme llegar a tu espacio a través de tu mensaje en mi pagina,me agrado saber que llegaste a ella por medio de Edu ,Gracias por la visita y por supuesto que te sigo para compartir la hiel de los versos ensimismados.Besos cuídate.

Casiarturo dijo...

Todos buenos, menos el espacio vacío enorme para llegar hasta los comentarios...