Yo de mayor ya nada, ni amor, ni libertad, ni comer la vergüenza entre los muslos, ni andar de tarde en tarde entre justicias, ni perdonar al cielo ni a la noche ni a ti, yo de mayor ya nada: comer de mi futuro que no está, comer de mi pasado en que no creo, comer de mi vacío; yo de mayor ya todo: fingir sin ansiedad, darle al alba las gracias, llamar a mi palabra la mañana, y sobre todo, amor, sobre todas las cosas, como llave perfecta, como clave y abismo de maná y como ambrosía y fe: saber que nada es mío, que todo lo que hago y tengo y busco y quiero y vivo, escribo y sé, que nada de eso es mío, que estoy gozosamente, ansiosamente, fervorosa y completa y locamente vivo porque sé que ya nada en lo que espero y miro es ni ha de ser ya mío, porque vuelo y concibo y camino y me doy y me llego y me envilo de amor carnal y trino de palabras fogosas y de vicio furiosamente vivo, furiosa y llanamente frontalmente vacío.
Y saberse vacío es llenarse de luz, y saberse vacío es llenarse de amor, y saberse vacío es llenarse el abismo.
2 comentarios:
gracias, ricardo, por la invitación
ti por tus palabras
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