martes, 25 de enero de 2011

Yo de mayor ya nada, ni amor, ni libertad, ni comer la vergüenza entre los muslos, ni andar de tarde en tarde entre justicias, ni perdonar al cielo ni a la noche ni a ti, yo de mayor ya nada: comer de mi futuro que no está, comer de mi pasado en que no creo, comer de mi vacío; yo de mayor ya todo: fingir sin ansiedad, darle al alba las gracias, llamar a mi palabra la mañana, y sobre todo, amor, sobre todas las cosas, como llave perfecta, como clave y abismo de maná y como ambrosía y fe: saber que nada es mío, que todo lo que hago y tengo y busco y quiero y vivo, escribo y sé, que nada de eso es mío, que estoy gozosamente, ansiosamente, fervorosa y completa y locamente vivo porque sé que ya nada en lo que espero y miro es ni ha de ser ya mío, porque vuelo y concibo y camino y me doy y me llego y me envilo de amor carnal y trino de palabras fogosas y de vicio furiosamente vivo, furiosa y llanamente frontalmente vacío.


Y saberse vacío es llenarse de luz, y saberse vacío es llenarse de amor, y saberse vacío es llenarse el abismo.

2 comentarios:

nadie dijo...

gracias, ricardo, por la invitación

Ricardo Bórnez dijo...

ti por tus palabras