Te abriste a mí,
cuerpo deseado
entre cuerpos perdidos.
Saboreé tus poros tímidos
buscando lo más profundo de ti misma,
y me dejaste entrarte,
entrarnos
para descubrirnos.
Tu piel amante permitió
la belleza de llegarte,
de saborear
la dulzura saladamente salvaje
de tu sexo.
Y quise hacerte única
penetrando en tus confines,
donde nadie llegó
para sentir la felicidad
que se habría a mi lengua
en ese pubis
que se ofrecía en sacrificio
a mí.
Te quise en la humedad
que resbalaba
entre las comisuras de mis labios
buscándote.
Y mis dedos
te penetraron
en busca de tu amor,
alada silenciosa ninfa,
que desgarraron las horas
para poseerte,
para poseernos,
en el quicio del alba.
Amada,
rompiendo las barreras
fuiste
cuando tu boca querida
besó, amo un sexo viejo
para darle vida.
Te di todo lo que supe
para llegar a tu alma,
te penetre
con el ansia
de ser únicos
en esta miseria
que nos ha tocado vivir.
Y sé que no pude llegar
donde tu vagina me reclamaba
ansiosa por ver el universo,
pero te amé,
cierto como que vivo,
sintiendo tu calor de infierno,
deseoso
de llegar tan adentro
que abrieras tus labios
para exhalar un suspiro,
quizá un "te quiero"
que palpitaba en tu pecho, ya marco sin puerta,
a la condena
de un cuerpo rendido
al placer receloso
de ti misma.
Y tú rompiste los días
cuando tus labios,
primero,
después tu boca y tu mano tímida,
se apropió de mi sexo
deseoso de sentirme
por encima de ti.
Me amaste con tu boca y tu lengua
para llegarme;
me montaste
para excitar mi miembro
con tus pechos
aciagos de manos,
de mis manos,
deseosos de caricias,
sin poder negarme
a tu cuerpo
que me abrasaba,
que deseaba.
Y dieron las luces de la mañana
entre sábanas húmedas de amor,
y de tu cuerpo desnudo
contra mi cuerpo desnudo,
querida, amada.
1 comentario:
Precioso y visual ... muy erótico. Te robo para mi casa, Besosss
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